"Del mito al logos" (Vom Mythos zum Logos)es el título de una obra del filólogo alemán Wilhelm Nestle, escrita en el año 1940. Con esta expresión el autor quería significar la transición entre el pensamiento mágico y el racional. Sin embargo, en pleno siglo XXI, los terrenos del mito siguen siendo demasiado amplios, a costa del logos. Aun entendiendo que la frontera que las delimita no es una gruesa línea recta, sino un trazado sinuoso y sorprendente, conviene no confundir estas dos naciones. Es lo que trataremos de hacer aquí. Bienvenidos.
miércoles, 7 de octubre de 2009
La ciencia española no necesita tijeras...
... porque bastante recortados están ya los derechos laborales de los becarios pre y postdoctorales.
La pija esa de la CEOE lo confía todo a sus queridas empresas, en la Universidad, en la investigación científica o donde sea, y ya ha anunciado muy claramente que la reducción en el gasto no va a afectar a los proyectos "competitivos". Toma ya. Eso sí, si le hubieran dado el premio Nobel a Cirac, se hubieran dado empujones y pisotazos para hacerse la foto. Que inventen ellos, que nosotros ponemos la mano de obra barata.
Me encantan las declaraciones de la ministra: resulta que ella sabe, de antemano, qué proyectos van a resultar competitivos. A estas alturas de la historia, ¿tendremos que recordarle a la señora ministra los orígenes de, por ejemplo, el horno microondas?
Ya, ya se que son otros tiempos y que la producción científica está más tecnificada y planificada que nunca -aunque el citado horno microondas tampoco surgió de las ocurrencias abstractas de un científico solitario-, pero no envidio para nada a los encargados de decidir qué proyectos van a ser o no competitivos.
Que la envidia es muy mala y los equipos científicos son particularmente envidiosos.
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ResponderEliminarLa pija esa de la CEOE lo confía todo a sus queridas empresas, en la Universidad, en la investigación científica o donde sea, y ya ha anunciado muy claramente que la reducción en el gasto no va a afectar a los proyectos "competitivos". Toma ya. Eso sí, si le hubieran dado el premio Nobel a Cirac, se hubieran dado empujones y pisotazos para hacerse la foto. Que inventen ellos, que nosotros ponemos la mano de obra barata.
ResponderEliminarMe encantan las declaraciones de la ministra: resulta que ella sabe, de antemano, qué proyectos van a resultar competitivos. A estas alturas de la historia, ¿tendremos que recordarle a la señora ministra los orígenes de, por ejemplo, el horno microondas?
ResponderEliminarYa, ya se que son otros tiempos y que la producción científica está más tecnificada y planificada que nunca -aunque el citado horno microondas tampoco surgió de las ocurrencias abstractas de un científico solitario-, pero no envidio para nada a los encargados de decidir qué proyectos van a ser o no competitivos.
Que la envidia es muy mala y los equipos científicos son particularmente envidiosos.