"Del mito al logos" (Vom Mythos zum Logos) es el título de una obra del filólogo alemán Wilhelm Nestle, escrita en el año 1940. Con esta expresión el autor quería significar la transición entre el pensamiento mágico y el racional. Sin embargo, en pleno siglo XXI, los terrenos del mito siguen siendo demasiado amplios, a costa del logos. Aun entendiendo que la frontera que las delimita no es una gruesa línea recta, sino un trazado sinuoso y sorprendente, conviene no confundir estas dos naciones. Es lo que trataremos de hacer aquí. Bienvenidos.

domingo, 14 de febrero de 2010

El poder de la oración en los tiempos del TAC cerebral

De nuevo, una noticia sobre un experimento 'científico' en el blog Tendencias21, dependiente de la Cátedra de Ciencia, Tecnología y Religión de la Universidad Pontificia de Comillas. En esta ocasión, el estudio titulado Motivating Change in Relationships: Can Prayer Increase Forgiveness? pretende demostrar, tal y como puede leerse en el resumen en castellano que las actitudes de oración tienen un efecto más beneficioso sobre las relaciones sentimentales y de amistad que las simples actitudes positivas -'buen rollo' y demás- llamémoslas laicas.

El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Florida State University y publicada en la revista Psychological Science, consta de dos partes. En la primera se pide a un grupo de personas que recen durante un rato por sus parejas sentimentales, y a otro grupo que se limiten a hablar de su relación. A continuación, ambos grupos rellenan un formulario cuyas preguntas están diseñadas para 'cuantificar' el grado de actitud de perdón hacia su pareja. En la segunda parte, se forman tres grupos, que durante cuatro semanas han de realizar cada uno una de estas tres actividades: los integrantes del primer grupo ha de rezar por un amigo concreto, los del segundo grupo tiene que rezar sin un objetivo concreto, en tanto que los miembros del tercer grupo sólo han de tener pensamientos positivos hacia un amigo determinado. ¿Resultado? Previsible, en efecto: los que han rezado por el amigo abrigan sentimientos más intensos de perdón que los individuos adscritos a los otros dos grupos.

Los investigadores explican estos resultados diciendo que la actitud de rezo es capaz de liberar a quien la practica de su egocentrismo, centrándose menos en su 'yo' y más en las experiencias y objetivos compartidos con la persona por la que reza. El estudio está apoyado en el aparato estadístico habitual: medias, desviaciones típicas, análisis de la varianza y de la covarianza.


En este blog hemos comentado experimentos similares, extraídos también de la web 'Tendencias21'. En realidad, bajo los ropajes estadísticos y metodológicos de estas investigaciones uno no encuentra nada relevante. Más bien, trivialidades. En concreto, el diseño de este estudio introduce varias 'cajas negras' que escapan al escrutinio del investigador. Por ejemplo: ¿qué fiabilidad poseen los sistemas de cuantificación de sentimientos como el perdón? ¿un cuestionario-modelo es un dispositivo fiable, en este sentido, es un instrumento de medida adecuado? O bien, ¿cómo sabemos si los sujetos del experimento realmente han rezado -durante un rato o durante cuatro semanas, o con las pautas preestablecidas por el diseño experimental- o lo han hecho centrándose justamente en la pareja o el amigo? ¿se han efectuado mediciones de TAC cerebral, por ejemplo? ¿se han establecido previamente parámeros medibles (perfiles concretos de actividad cerebral, electrocardiogramas, medidas de la tensión arterial o de respuestas ruborizantes, pongo por caso) que permitan diferenciar una actitud de rezo de otra que no lo sea? Más aún, ¿cómo se define la actitud de oración? ¿supone la invocación de o la comunicación con algún tipo de ser supremo? ¿y qué tipo de deidad, en tal caso? ¿o se trata sólo de una meditación profunda y sosegada?

Que la actitud de oración puede tener un importante efecto placebo sobre la disposición anímica de quien la practica es algo evidente, una experiencia que seguramente muchos de nosotros hemos tenido en algún momento de nuestras vidas. El estudio que aquí se presenta afirma que la oración favorece una actitud de conciencia desinteresada hacia los otros y evita comportamientos egoístas que pueden ocasionar rupturas sentimentales. Pero el estudio parte de premisas que, como se ha indicado más arriba, no son autoevidentes. ¿Se pretende fomentar el rezo como parte de la vida cotidiana o como integrante de algún tipo de terapia emocional? ¿Se apunta más bien por elevación y se sugieren las bondades de una deidad que escucha nuestras plegarias o que, al menos, nos infunde buenos sentimientos? ¿estamos en puertas de una nueva ofensiva teísta bajo los ropajes de la ciencia? ¿lograríamos resultados similares si en vez de actitudes de oración estudiásemos, por ejemplo, ejercicios de meditación o de participación en actividades cooperativas (un partido de fútbol, la elaboración de un collage, el ensayo de una obra de teatro)?

La publicación de trabajos como este contribuye, creo, a una cierta trivialización del método científico y a una vulgarización mediática de la praxis propia de la ciencia. La definición previa de lo que se entiende por 'religiosidad' -y aquí el artículo que comentamos se mueve en círculo, pues en él se establece la religiosidad de los sujetos participantes sólo como respuesta a la pregunta '¿es usted una persona religiosa?'- debe constituir un requisito previo y una condición de posibilidad para estudios posteriores. Investigemos primero si la religiosidad puede caracterizarse como un estado concreto neurofisiológico -al menos en sus síntomas- y después podremos utilizar esta noción como una noción científica, válida y utilizable experimentalmente.

Entretanto, quizás sólo nos quede encomendarnos a Dios.


2 comentarios:

  1. Como dicen en Caravaca, "me cago en todos los santos y que el Señor me perdone si me olvido de alguno". Cuando pronuncio esa oración, me siento mucho mejor persona y soy capaz de perdonar de todo.

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  2. Enhorabuena por tu espacio, por compartir tus letras.

    Las mías andan por:

    http://lamiradaperpleja.blogspot.com

    Si tienes tiempo...

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